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La Ruta del Café

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Desde finales del siglo antepasado, la historia y economía del Soconusco y de la Sierra Madre son inseparables de las venturas y desventuras de una planta y de su grano rojo: el Café.

La colonización de la región, fomentada por el régimen de Porfirio Díaz mediante las leyes de parcelización trajo a la región a las compañías deslindadoras y detrás de ellas, a varias olas de inmigrantes. Llegaron así, franceses, corsos, ingleses y españoles. Pero quienes le dieron el mayor empuje al cultivo del café fueron los alemanes. En 1908 había 66 fincas de extranjeros en la región.

Los años 20 fueron de bonanza cafetalera gracias a los precios internacionales favorecidos por la política de retención practicada en Brasil. Estos años vieron sin embargo también, el aparecimiento de movimientos sociales y laborales que concluyeron con la formación de numerosos sindicatos en las fincas cafetaleras que posteriormente a la hora de perder fuerza estos sindicatos, tomó la forma de la lucha por la tierra.

Un factor importante que catalizó dicha lucha, fue el reconocimiento, en 1934 de los peones acacillados como derechohabientes a dotaciones agrarias. En abril de 1938 el Presidente Cárdenas prometió llevar a acabo una reforma agraria, que inició el 16 de marzo de 1939 en los municipios de Cacahoatan y Unión Juárez.

Al entrar México en la segunda guerra mundial en 1942 el gobierno intervino las fincas cafetaleras del Soconusco. El personal alemán fue reemplazado por empleados mexicanos, y los dueños confinados en Perote. Al terminar la guerra, las fincas, bastantes descuidadas fueron revendidas a sus dueños .

La dinámica del sector cafetalero cambiaría radicalmente a partir de los años 60 y de manera acentuada en los 70 con la entrada en escena del Estado como ente económico, a través del Instituto Mexicano del café creado en 1959. A esta regulación Nacional se sumo un esquema de regulación Internacional, a través de los acuerdos internacionales del café, que rigieron el mercado desde 1962 a 1989. Los acuerdos aseguraban, mediante mecanismos de ajuste, la oferta y la demanda internacional favoreciendo así nuevos ingresos a los productores. Vistos a la distancia aquellos fueron años de bonanza en el Soconusco.

En los años 80 se inicia la gran intensificación en la producción con la importación de material genético y paquetes tecnológicos productivos de Guatemala y Costa Rica. Estos paquetes tecnológicos tuvieron un impacto ecológico múltiple:

Especializar, reducir o eliminar las sombras fomentando así la erosión de los suelos. La adopción de estos paquetes respondía también a una estrategia de mercado: privilegiar la cantidad sobre la calidad y orientarse hacia el mercado norteamericano, menos exigente que el Europeo.

A fines de los 80 en plena era neoliberal, el café ya no pesaba tanto en la balanza comercial de la mayoría de los países productores, entre ellos México. Si bien los acuerdos internacionales habían asegurado un buen precio para el café, fomentaron por lo mismo una sobreproducción del grano. En julio de 1989 entran en suspensión estos acuerdos cayendo el precio de 120 ctvs por libra a 55 ctvs por libra. En estos mismos años, se desmantela el aparato estatal de apoyo a la cafeticultura . El sector se enfrento a una total falta de financiamiento, ya que ante la inviabilidad del cultivo ningún productor de café era sujeto de crédito. La falta de recursos llevó a los productores a dejar de invertir en sus plantaciones, las fincas quedaron endeudados con los bancos y los hijos de los pequeños cafeticultores hasta el día de hoy se suma a la ola migratoria hacia los Estados Unidos.

Las perspectivas para la región no son halagüeñas :

Excepto una catástrofe climática en Brasil o problemas serios con el abasto de Vietnam los precios del café convencional van a seguir bajos y para hacer las cosas aún más difíciles se puede prever que el costo de la mano de obra vaya en aumento, en virtud de la escasez de mano de obra, que hoy día trabaja en Estados Unidos.

Algunos productores han explorado alternativas: acceder al mercado de los café Gourmet, se han multiplicado las plantaciones de café orgánico certificado , o inclusive se esta tratando de diversificar los ingresos a través de una oferta turística con el fin de romper con la dependencia del monocultivo de café. Uno de estos proyectos se denomina RUTA DEL CAFÉ.

Ricardo Trampe, Tapachula

(con consulta de: Jürgen Pohland, "México y la cafeticultura Chiapaneca")

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